Autor: Stephen King
Serie: Tomo único
Editorial: Plaza & Janés
Idioma original: Ingles
Fecha de publicación: 1 de enero 2010
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★ ★ ★ ★ ½
Un tranquilo día de otoño la ciudad de Chester’s Mill queda inexplicable y repentinamente aislada del resto del mundo por un campo de fuerza invisible. Los aviones se estrellan y caen del cielo consumiéndose entre llamas, la gente corre sin rumbo por el pueblo vecino al verse separada de sus familias y los coches estallan al impactar contra el muro invisible. Nadie consigue comprender cuál es la naturaleza de la barrera, ni su procedencia, ni cómo ha llegado hasta allí, ni si algún día desaparecerá. Dale Barbara, un desilusionado veterano de la guerra del Golfo reconvertido en un mediocre cocinero; Julia Shumway, la directora del periódico local; y un grupo de skateboarders adolescentes lucharán para descubrir el misterio de la cúpula. Sin embargo, en el otro bando se encuentran el gran Jim Rennie, alcalde de Chester’s Mill, un hombre corrupto y sin escrúpulos dispuesto a todo para tomar las riendas del poder, y su hijo, que oculta un terrible secreto en una oscura despensa. Pero su adversario principal es la propia cúpula. Porque el tiempo no es infinito. El tiempo corre e irremediablemente se acaba...
Mi opinión...
Lo que hace que este libro sea aterrador no es exactamente la situación hipotética que plantea -¿y si algún día nos vemos encerrados en una jaula de cristal? ¿Y si de repente estamos “abandonados a nuestra suerte” frente a algo que no entendemos, y a lo que no sabemos cómo enfrentar?-, sino el hecho de saber que, ante una situación como ésta, probablemente actuaríamos de la misma manera que la gran mayoría de personajes de esta historia. Y eso es algo que hiela la sangre.
Una mañana de sábado, en este pequeño pueblito de Estados Unidos, aparece un campo de fuerza de la nada. Nadie sabe ni cómo ni por qué, solo que está ahí. Y mientras “los de afuera” se dedican a desarrollar cualquier tipo de cosas para lograr sacarlos, en el interior de la cúpula se canta otra historia. Estamos ante un juego de poder, en donde el más maquiavélico y malvado villano lucha por hacerse con el control del pueblo, utilizando el arma más efectiva que puede encontrar: el miedo.
Sirviéndose de ese fanatismo religioso que suele estar presente en comunidades pequeñas, hace que los habitantes del pueblo se comporten a su conveniencia. Como si ellos fueran sus marionetas, cual viles ovejas sin razón ni mente. Lo increíble es que todo el mundo lo escucha, porque en momentos de desesperación, la gente está ansiosa por aferrarse a cualquier cosa que les dé un consuelo o una esperanza.
Y eso es lo mejor que tiene este libro.
Esa forma en que Stephen King supo retratar la naturaleza humana. Él supo darnos a un villano astuto –que se hace odiar de inmediato- rodeado de un montón de estúpidos con pistola, cuya función es guiar a un pueblo perdido, cual ratas en una ratonera. Porque aunque sí se tocan temas externos a su convivencia –como por ejemplo una posible escasez de comida, o el hecho de que con cada día que pasa, el aire que respiran se contamina más y más- nuestra atención esta exclusivamente enfocada en esa pelea política para ver quien se hace con el poder y bajo qué sacrificios.
Este libro fue el que me dio a conocer al Stephen King truculento. Ese que describe de la forma más explícita y asquerosa las muertes de sus personajes, y a quien no le tiembla la mano para matar a diestra y siniestra.
A pesar de esto –y digo a pesar, porque soy una persona muy impresionable, y por mi bien pudo ahorrarse una que otra escena gore que encontré- pude continuar el libro, porque moría de ganas por saber cómo terminaría todo, quien sobreviviría, y sobre todo, esperaba ver como el pueblo que aclamaba al desgraciado terminaba devorándoselo.
—En cuanto a los demás, la exposición durante un breve periodo de tiempo no entraña peligros. Pero me refiero a muy poco tiempo. Si recorro la mitad del camino o llego al campo de manzanos, dejadme.
—Eso es duro, Doc.
—No me refiero a que me abandonéis —dijo Rusty—. Tienes más rollos de láminas de plomo en la tienda, ¿verdad?
Tenemos a un político corrupto, un ex militar/cocinero, un asesino psicótico, una reverenda que no cree en Dios y lo llama “inexistencia”, además de un misterio que involucra visiones, halloween y que afecta solo a los niños, y también una red de narcotráfico… ¿Cómo no amar un libro así? Si se lo preguntan, también hay un poquito de romance.
Lo único, es que no me gustó la explicación que me da para la aparición de la Cúpula. Siendo el autor quien es, esperaba algo más científico y elaborado, algo más lógico… pero bueno.
Sé que es bastante extenso –mi razón principal para no haberlo leído antes-, sin embargo merece muchísimo la pena. Es una historia cruda, que hace que dejes de respirar en ocasiones, y no puedas dormir bien de la preocupación por tus personajes principales, pero por lo mismo, es impresionante. La pluma del autor ya me había encantado antes, y aquí solo sirvió para ratificar ese hecho.
Probablemente les recuerde a la película de “Los Simpson”, pero créanme, con la narración de Stephen King ha sido todo, menos un cuento para niños. A mí me ha gustado muchísimo, y se los recomiendo sin dudarlo…