Se me hizo un poco tarde para publicar esta entrada, pero de verdad que quería compartir mi experiencia en la FILBO de este año, por lo que espero que no les importe que la feria ya se haya terminado…
Este año sucedió algo sorprendente, y fue el hecho de que trajeron dos autores que no solo conozco, sino que también –por lo menos uno de ellos- me gusta. Quede con las ganas de ver a Mario Vargas Llosa, pero como él estaba abriendo la feria precisamente un miércoles… el día en que debía estar en la universidad estudiando… me quedé con las ganas de verlo :/
Pero en fin… este año asistieron “Becca Fitzpatrick” y “Federico Moccia” a la feria, y mi corazón no pudo sentirse más contento. Como la idea era solo ir un día, elegimos – mi amiga Paola y yo- el domingo 4 de mayo, día en que ambos autores estarían allí, para aprovechar la oportunidad –sin mencionar que Planeta nos regaló entradas para ver a FM y de paso entrar gratis.
Becca firmaba a las 11 de la mañana, por lo que ese día llegamos muy puntuales a la feria, y estuvimos dando vueltas un rato –comprando libros de los que les hablaré en otra entrada- hasta que llegó la hora de ver la fila. Tonta de mí pensando que no iría mucha gente a ver a esa mujer… la fila era ENORME. Tuvimos que esperarla una hora, y solo firmó de a un libro por persona –que me hubiera dado lo mismo si firmaba dos, porque después de “Hush, hush” no volví a comprar nada de la señora-.
No quiero sonar desagradecida ni nada por el estilo, pero no me gustó esa firma de libros. Todo fue súper apurado, la autora apenas si pudo decir un “hola” cuando ya te estaba entregando tu libro de regreso, sin dedicatoria ni nada. Una parte de mi comprende la situación y las circunstancias, pero hay otra parte más grande que me dice que perdí mi tiempo en esa fila… aunque viéndolo por el lado positivo, ahora tengo un libro que no me gusta nada autografiado ^^
Como Federico no haría su presentación hasta las 4 de la tarde, nos dimos el lujo de pasear por varios pabellones y comprar libros. Yo tuve la brillante idea de llevar todos mis libros del señor, por lo que terminé cargando 4 ladrillos desde mi casa -¡no me arrepiento!-. La feria estaba llenísima, y no pudimos disfrutar de algunos pabellones como el de diseño… que es uno de mis favoritos. Me moría de ganas por ver que traía de nuevo
Ollivanders y
Unbalanced, pero por la multitud tan grande, los pasé sin fijarme :/
Hubo un pabellón bastante simpático, en donde le hacían un tributo a Gabo y a sus obras. Allí había caricaturas, diferentes portadas de sus obras más importantes, y en las paredes, su biografía.
La charla con Federico fue muchísimo mejor. Estuvo respondiendo muchas preguntas no solo de los que estábamos en la sala, sino también de aquellos que utilizaron redes sociales. Me encantó escucharlo hablar de su primer amor, su experiencia como escritor, y el lugar de donde viene. La charla duró poco menos de una hora, y después de eso procedió a firmar libros. Esta vez la espera valió la pena, porque no solo te preguntaba tu nombre, sino que trataba de hacerte una pequeña conversación, preguntándote si te habían gustado sus libros, y dándote las gracias por tu apoyo. También tuve la oportunidad de tomarme un “selfie”
borroso con él, y una foto
aun más borrosa desde lejos. Espero, de verdad espero que más editoriales se animen a darnos sorpresas como estas, pues contrario a lo que yo creía, hay bastantes amantes de los libros en mi ciudad, y conocer a tus escritores favoritos se siente como estar frente a una banda de rock ^^
Cabe resaltar el país invitado este año: Perú, y su pabellón representativo. En esta oportunidad la decoración me pareció bastante bonita, con fotos de paisajes y personas, frases de escritores peruanos, música tradicional, y un bar con bebidas típicas que no pude disfrutar –lastimosamente mi bolsillo no dio para tanto… -Tampoco pude asistir a ninguna charla porque era tarde y estaba muerta del cansancio…
En un futuro cercano les traeré un IMM con mis compras –que no fueron tantas como quería, pero sí lo bastante buenas como para dejarme satisfecha-. La verdad es que espero el otro año poder ir un día entre semana, porque es demasiada la gente que va el domingo. También espero ahorrar más, porque de feria no tiene sino el nombre… yo lo llamaría más bien un encuentro editorial o algo por el estilo.
De igual manera disfruté mucho de estar rodeada de libros, y me encantó conocer a uno de los escritores que más me gusta. Si de casualidad viven en Bogotá, no pueden dejar de asistir a la feria cada año ^^
