Título: Besos entre líneas
Autor: May R. Ayamonte & Esmeralda Verdú
Serie: Tomo único
Editorial: Planeta
Idioma original: Español
Fecha de publicación: 12 de abril 2016
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★
Emma es una joven cuya vida no es nada fácil. Cuando tenía seis años, su madre murió en un accidente de coche y su padre, al que tiene que cuidar los fines de semana, sufrió grandes secuelas físicas e intelectuales. Entre los estudios y sus responsabilidades familiares, Emma no tiene mucho tiempo para hacer lo propio de su edad. Pero por suerte hay algo que anima sus días: la literatura. Los libros, su blog y su nuevo canal de Youtube son su refugio, y mientras todas las personas de su entorno tienen vida social, Emma prefiere pasar las horas en la biblioteca.
Todo cambia cuando Eric, el chico que acaba de llegar al pueblo, entra en su vida. Eric es guapísimo y arrollador, pero también esconde muchos secretos y un pasado oscuro por el que tiene que cumplir condena haciendo trabajo comunitario.
¿Podrá Eric sacar a Emma de la burbuja en la que vive? ¿Por qué la relación con Eric es tan complicada y confusa? ¿Por qué es tan hermético y enigmático? ¿Qué oculta?
No tenía ninguna intención de leer este libro –porque seamos sinceros, no había nada que me llamara la atención– pero, después de esa avalancha de opiniones negativas que he estado leyendo… el morbo me picó y quise comprobar de primera mano si la historia era tan mala como todo el mundo estaba diciendo. Efectivamente, todos –o casi todos- tenían razón.
Ahora, quiero aclarar que no tengo nada en contra de las autoras –es más, me gustan los videos de Esme y también seguía su blog- así que lo que diré a continuación es mi opinión acerca de este libro sin considerar nada diferente a la historia que contiene en su interior.
Poco queda que no se haya dicho estos últimos días, pero para las personas que no saben muy bien de qué va la historia, básicamente trata del romance que se da entre Emma –la chica “buena”, amante de los libros y con una vida sumamente difícil- y Eric –el chico malo, con cambios de humor y quien es básicamente un imbécil la mayor parte del tiempo.
Y digamos que hubiese tolerado el cliché si estuviera bien desarrollado –todos sabemos que este tipo de historias están presentes en casi todo lo recientemente publicado dentro del género-, pero tuve demasiados problemas con todo lo demás como para permitirme disfrutar absolutamente nada de lo que me estaban presentando.
Emma hace parte del grupo de
las únicas y diferentes y espera que eso baste para que todos los lectores se relacionen con ella. No sé en otras partes del mundo, pero por lo menos en mi país disfrutar de un libro no te hace “diferente” o “especial” –hay muchas razones que hacen a una persona especial y la diferencia de otras-. A medida que leía notaba sus aires de superioridad debido a esto… y empecé a odiarla –aunque claro, no es como si ella no te diera aún más motivos para detestarla.
La pequeña Matilda me recuerda un poco a mí: es una incomprendida por su pasión hacia la lectura.
Quería golpearla cuando comenzaba con sus discursos de
mírenme, que diferente por leer Divergente,
nadie comprende mi amor por los libros y
no hay nada que ame más que leer, leer, leer. DIOS. Si lo que se buscaba era que me cayera bien por sentirme identificada con ella, se han equivocado en su enfoque porque la he detestado y he odiado la forma en la que expresa su amor por los libros.
Emma no es normal. Es obsesiva, además de ser el estereotipo de la chica lectora que es tímida e incapaz de tener conversaciones con otros seres humanos que no giren en torno a libros, libros, libros. No se hacen una idea de lo mucho que me desagradó su personaje –además de que era tan sensible como una cuchara y tenía la profundidad de un charco. Era inmadura, grosera, egocéntrica y narcisista.
Lo que tenía con Eric me parece que dista bastante de ser un romance. Nunca sentí que entre ellos hubiese ningún tipo de química; sus interacciones no me motivaban a
shipearlos de ninguna manera y básicamente me aburrían todo el tiempo –los “sentimientos” se tocaban de manera bastante superficial, haciéndome sentir como que ese tal amor que sentían el uno por el otro no existía-. Sin mencionar que cuando por arte de magia se juntan, su relación resulta ser toxica y horrible...
En el vídeo dice de qué trata el libro y da su opinión. Lo recomienda a todo tipo de lectores y subraya que nadie se lo puede perder, que es una obra cargada de enseñanzas y que todo el mundo que tenga algo de empatía tiene que leerlo porque nos emocionaremos y nos meteremos en la piel de Charlie, el protagonista.
Pero todo empeoró cuando embutieron aún más drama del que ya teníamos. Porque sí, en este libro se trata diversos temas: desórdenes alimenticios, depresión, enfermedades terminales, limitaciones físicas y mentales, amores prohibidos, triángulos amorosos… ¡era demasiado!
No me gusta sentirme tan saturada de cosas negativas –y menos cuando me empiezan a hablar de algo, se detienen y pasan a lo siguiente-. Salvo por los dos últimos, todos son temas bastante serios y me habría gustado que se tocaran con más sensibilidad, profundizando en ellos muchísimo más. En vez de eso me sentí bombardeada con cosas que no tenían un papel importante –salvo tratar de hacer que simpatizara aún más con la protagonista… al fin y al cabo, si lo de su amor por los libros no había logrado conquistarme, siempre se puede recurrir al plan de la lastima.
Después está el asunto de Gabriel y el más que innecesario triángulo amoroso. Fue casi tan horrible como el romance principal, y solo me dejó en claro lo inmadura y boba que es Emma, además de la “sinceridad” de sus sentimientos hacia Eric.
Gabriel fue un personaje horriblemente estereotipado –y aunque no soy mexicana, puedo entender por qué muchos lectores de ese país se sintieron ofendidos-. Sin embargo, sí que considero un insulto ese comentario de nosotros los latinoamericanos y nuestra
sangre caliente -¿Me están diciendo que en Europa no se meten la lengua para saludarse? *sarcasmo mode on*
Me molesta que muchos justifiquen esta excusa de libro diciendo que dentro de su género está “bien”. Sé muy bien que la literatura juvenil no es precisamente lo más desarrollado del mundo –no mencionemos cuando es romántica- pero como alguien que ha leído este género por años, puedo decir que este es de los peores libros que he tocado en mi vida. Es que hasta la pasé mejor leyendo After –por lo menos ése tenía más angustia y mejores descripciones-.
No deberíamos acostumbrarnos a leer este tipo de libros que carece de desarrollo, narración y básicamente cualquier otra cosa que hace que una historia sea agradable.
Los personajes fueron horribles, la pluma fue horrible, las diez mil referencias a cosas que no me interesaban fueron desesperantes, el romance no fue tal cosa y en realidad se hace bastante tedioso de leer porque no sucede nunca nada, salvo ese drama innecesario que abruma y te deja preguntándote cómo es que dos personas puedan tener tanta mala suerte. Sobra decir que no lo recomiendo y mi opinión de Planeta como editorial ha decaído todavía más.
PD: Sé que me faltó tocar algunos temas, pero creo que es mejor que si quieren saber más se remitan a la reseña que hizo
Clara en su blog. Yo la verdad es que prefiero detenerme aquí.