Autor: Cassandra Clare
Serie: The Infernal Devices #2
Editorial: Margaret K. McElderry Books
Idioma original: Ingles
Fecha de publicación: Diciembre 2011
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★ ★ ★
La situación en el Instituto de Londres nunca había sido tan precaria. Con Mortmain su preciso ejército entrañando aún una amenaza, el Consejo quiere despojar a Charlotte de su poder y entregar la dirección del Enclave al ávido de poder y carente de escrúpulos Benedict Lightwood.
Con la esperanza de salvar a Charlotte y el Instituto, Will, Jem y Tessa se proponen desentrañar los secretos del pasado de Mortmain… y descubren inquietantes conexiones con los cazadores de sombras que son la clave no solo de las motivaciones del enemigo, sino también del secreto de la identidad de Tessa.
Tessa, atrapada en los afectos de Will y Jem, se encuentra con otra decisión que tomar cuando se entera de que los cazadores de sombras ayudaron a crear a un monstruo. ¿Apartará de los a su hermano, Nate, que lleva tiempo suplicándole que se una a él del lado de Mortmain? ¿De qué lado están sus lealtades y su amor? Solo Tessa puede decidir si salva a los cazadores de sombras de Londres o acaba con ellos para siempre.
Cuando empecé este libro no esperé que me fuera a costar tanto terminarlo. Fueron tres largos y dolorosos intentos en los que quise abandonar, pero al final decidí seguir y aunque hace parte de mis libros menos favoritos de la autora, no terminó siendo precisamente la plasta aburrida que estaba convencida terminaría siendo –por lo menos al final mejoró un poco.
Cuando la veía, quería estar con ella; cuando estaba con ella, ansiaba tocarla; cuando le tocaba aunque fuera la mano, quería abrazarla. Quería sentirla contra él como en el desván. Quería conocer el sabor de su piel y el olor de su cabello. Quería hacerla reír. Quería sentarse y escucharla hablar de libros hasta que se le cayeran las orejas. Pero todo eso no lo podía querer, porque no lo podía tener, y querer lo que no se podía tener sólo llevaba a la desesperación y la locura.
Esta segunda parte se sitúa días después del incidente con el que terminó el primer libro, retomando el último problema al que se deben enfrentar nuestros protagonistas. Mi principal inconveniente es que Will está desaparecido, así que no hay muchas interacciones entre él y los demás personajes por gran parte de la lectura… él es mi personaje favorito de estos libros, y solo hasta ese momento entendí el peso que carga sobre sus hombros, pues cuando no está toda la situación se me hace tediosa y aburrida, y solo quiero que alguien diga o haga algo mordaz para reírme.
Tessa y Jem no me gustan nada, así que todas sus interacciones –que fueron varias y bastantes OMG- me sacaban el mal genio –que a propósito, DETESTÉ el final.
Tessa sigue siendo una niña boba por quien siento bastante desagrado. Me molesta que juegue con ambos chicos con la excusa de que “los ama a ambos”. No creo que ame a nadie más que a ella misma, porque no le veo otra explicación a su comportamiento de juguemos con los sentimientos de personas que darían su vida por mí. *Spoiler* Primero ama a Will y Jem es un amigo, después se está comiendo la cara de Jem para la noche siguiente hacer lo mismo con la cara de Will, y tras del hecho tiene el descaro de preguntarse por qué se hacen ilusiones con ella. *fin spoiler*.
Si por mí fuera, desaparecería a Tessa y haría de este libro un bromance con todas las letras.
"Lo ves, ¿verdad Jem? Sin Tessa no tengo nada, ni alegría, ni luz, ni vida. Si me amaras, la dejarías para que fuera mía. No puedes amarla como la amo yo. Nadie podría. Si de verdad eres mi hermano, harás esto por mi." Pero las palabras no se pronunciaron.
Tal vez fue mi falta de interés en los demás personajes, el ritmo lento y pausado con el que la autora me contaba el proceso de investigación de este gran misterio, o simplemente que lo leí en un mal momento, pero se me ha hecho un libro bastante denso y pesado de seguir.
Obviamente todo mejoró cuando regresó Will, porque con él volvieron las interacciones sexys con Tessa y mis ganas de leer. Aunque ahora esté en un papel de mártir y sacrificado, entiendo sus razones y en realidad solo me hacen amarlo más y sufrir con su sufrimiento. Sin embargo, sí que espero que en la última parte tenga su final feliz –no me importa si es o no con Tessa.
Y sé que esta reseña parece más una larga confesión de lo mucho que me gusta William Herondale, pero para ser justos es lo único que yo rescato de este libro –eso y el pequeño romance secundario que sucede tras bambalinas. Si bien el primero me pareció interesante, siento que se han extendido con el mismo villano y en realidad ya no quedan más maldades ni planes diabólicos por leer.
En conclusión, me siento como una oveja negra. No esperaba aburrirme tanto con este libro, ni que me resultara tan pesado como lo hizo. No lloré, ni sentí alegría ni nada. Para mi esta segunda parte resulta bastante prescindible porque no sucede nada relevante en cuanto a desarrollo de la historia, y la única “acción” real sucede al final -¿ya mencioné que detesté el final?
Así que sí, espero que el último vuelva al buen camino que seguía el primero y me guste más.